domingo, 3 de septiembre de 2017

RESEÑA- EL DÍA QUE SE PERDIÓ LA CORDURA

Título: El día que se perdió la cordura.
Autor: Javier Castillo.
Editorial: Suma Editorial.
Edición: Lo leí en Epub.
Saga: Es autoconclusivo.
Número de páginas: 456.
Idioma: Español.
Precio: No lo sé, el libro no se encuentra disponible en mi país.
Sinopsis:

Centro de Boston, 24 de diciembre, un hombre camina desnudo con la cabeza decapitada de una joven. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad, y Stella Hyden, agente de perfiles del FBI, se adentrarán en una investigación que pondrá en juego sus vidas, su concepción de la cordura y que los llevará hasta unos sucesos fortuitos ocurridos en el misterioso pueblo de Salt Lake diecisiete años atrás.
Con un estilo ágil lleno de referencias literarias -García Márquez, Auster, Orwell o Stephen King- e imágenes impactantes, Javier Castillo construye un thriller romántico narrado a tres tiempos que explora los límites del ser humano y rompe los esquemas del género de suspense.

EL LIBRO
La historia comienza contando un día no muy común y corriente por las calles de Boston, ya que hay un loco caminando desnudo con la cabeza de una mujer en su mano. Tiene la cara desencajada y la vista nublada, pero no deja de sonreír a todo el que pase a su lado con esa sonrisa siniestra de oreja a oreja típica de un maniático. Así es que termina en el centro psiquiátrico más famoso de la ciudad. El director del centro es el Dr. Jenkins, un hombre imponente y respetado por todos sus colegas y, además, es reconocido por ser de los mejores psicólogos de Boston.
Al centro llega una detective asignada al caso del maniático, llamada Stella Hyden. Ésta es una muchacha dulce pero bien entrenada para su deber. Por eso, cuando acude con el Dr. Jenkins a una sala de interrogatorios para hablar con el loco, logra sonsacarle el nombre: Jacob. Pero lo que asombra a Stella y al doctor es lo coherente que suena el prisionero al hablar, y sólo logran que hable estando la detective presente. A su vez, Jenkins recibe una caja proveniente de Canadá y, extrañado, la abre. Lo que no tenía ni idea es que encontraría la cabeza de su hija Claudia allí adentro, junto con un papel donde ponía su nombre y un perfecto asterisco de nueve puntas. El director se desmorona y acusa a Jacob de haberlo hecho, sabiendo que estaba siendo irracional pues el prisionero estuvo encerrado allí los últimos días.
El director se niega a interrogar al chico, por lo que debe hacerlo Stella, quien cada vez se siente más intrigada por la historia que comienza a contarle el joven. Comienza a relatar su triste infancia, en la cual su padre golpeaba a su madre ante la mínima pelea y en la que él decide escaparse de su casa para irse a vivir a lo de su tío en Salt Lake, donde todo comenzó.
Paralelamente, el autor relata la historia de la familia Maslow, reconocida por el Sr. Maslow, un importante abogado. Esta familia está compuesta por Steven, Kate y sus dos hijas, Amanda y Carla. Ellos siempre suelen irse de vacaciones a Salt Lake, un pequeño pueblo donde pasaron sus mejores momentos como familia y, además, su escape de la realidad. Todo cambia para Amanda, la hija mayor, cuando encuentra en el camino de entrada de la casa de alquiler un papel con su nombre escrito junto a la fecha en la que se encontraba. Este papel, también, tenía escrito en la parte de atrás un perfecto asterisco de nueve puntas. A partir de allí comienzan a sucederle extraños sucesos en el pueblo, como gente vigilándola y personas desconocidas para ella que la saludaban con un trasfondo extraño en la voz.
Jacob y Amanda, al conocerse en el pueblo, se enamoran perdidamente y pasan tiernos momentos juntos, hasta que un grupo de siete extraños se la arrebatan para siempre, dándola por desaparecida.
Todo lo anterior dicho es relatado por Jacob a Stella, y ésta no puede evitar sentirse destrozada por la tristeza que emite el muchacho. Ella, además, no deja de tener la sensación de que está de alguna manera conectada a él y que debe terminar de escuchar lo que tiene para decirle. Es por esto que cuando él le dice de escapar hacia Salt Lake para terminar lo que sucedió allí, ella obedece.
El autor también dedica algunos capítulos a Steven, quien se convirtió en un fugitivo que cumple las órdenes de quienes se llevaron a su hija para así poder reencontrarse con ella. Lo que el hombre ignora es la manera en que juegan con él constantemente las siete personas despiadadas del asterisco de nueve puntas. 

OPINIÓN PERSONAL
El libro me gustó muchísimo. Me encanta cómo te hace confundir el autor al pensar que una persona es de tal manera y termina siendo totalmente diferente, cómo todos los personajes están conectados por su pasado en un pueblo lleno de recuerdos, y cómo transmite al lector las emociones sufridas por cada personaje.
La historia está muy bien desarrollada, sin faltar ningún detalle. No hubo momento en que se me hiciera pesada, sino que siempre estaba con ganas de más y más; eso es lo que tiene cada capítulo, un final con suspenso.
Lo único que puedo "criticarle" al libro, por así decirlo, sería la falta de explicación del final. Éste, por más de que haya dejado a unos cuantos lectores con la boca abierta, da rienda suelta a la imaginación y eso es lo que no me gusta que suceda con los finales, pues me encanta que queden conclusos y así poder darle un buen cierre a la historia. Pero, por lo demás, me fascinó esta novela de misterio.

SÚPER RECOMENDABLE.
PUNTUACIÓN: 5/5.

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